domingo, 27 de octubre de 2013

El rumor de un silencio



Se habló ese día de un rumor,

lejano, del norte,

que una chica mató a un chico

con un gélido silencio.



No fue asesinato,

fue homicidio,

ella sólo se defendía

de una pregunta

que nadie iba a contestar.

Y esa respuesta,

en vano,

le mató.



¿Que cuál era la pregunta?

Juntaba todo el aire

que había respirado

mientras los segundos se comían el reloj.

Cuestionaba palabras sueltas

aunque sin sentido,

con demasiado significado.



Se lo dio todo

en una espera de algo,

y se quedó sin nada.



Y al encontrarse ella con eso en sus manos

decidió romperlo

para ver qué pasaba

cuando se rompe un corazón.



Una brecha siguió por el suelo

hasta sus pies,

se deshizo el oxígeno

porqué ya no respiraba.



Se escapó todo el rencor

que había allí dentro,

en tinta oscura

que todavía lleva en el camisón.



Y la chica, sorprendida,

lo dejó caer,

porqué noto un pinchazo

cerca de su pulmón izquierdo.

Acercó su mano a su pecho

y notó que

ya no latía

nada.




Aunque los rumores,

ya lo sabes,

tan sólo son eso.

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