domingo, 25 de mayo de 2014

Dios ha muerto

Alguien dijo una vez que tristes son los días
Si pasan sin más por las vías de la vida,
Alguien dijo una vez que Dios ha muerto
Y que los asesinos ensangrentados de su propia sangre
Somos los hombres
que pecando y rezando nos olvidamos de creer,
Aunque hace falta añadir, que eso fue en defensa propia.
Matamos a Dios y aun así nos quedan todavía unas pizcas de esperanza
Embotellada con el icono de comercio justo
De producción ecológicamente espontanea.
Que pícaro el diablo, de tan viejo ya no sabe cómo comer, pecar, dormir, follar, fumar ni pensar. Puede que por eso lo hagamos nosotros ahora. Tomamos el relevo.

Porque si el alumno supera al maestro, los hombres ya hemos vuelto de esto un infierno terrenal, las temperaturas elevadas de una noche de San Juan eterna, donde las casas se quitan y se queman, el dinero se esconde bajo los colchones donde por siglos irá perdiendo valor. Los besos ya no se lanzan, ahora se mastican. Y los gritos de los árboles agonizando, que se ahogan con tanto dióxido de carbono, se camuflan entre los orgasmos de aquellos que pierden su juicio por un polvo. Claro que siempre quedan críticos como yo, que en un acto heroico y estúpido hacen un poema sin rima para ver si alguien mueve un dedo por este desastre.

lunes, 12 de mayo de 2014

La maleta

Confusió regalimant com suor freda,
Si tan sols fóssim foscor,
equivalent a la de les ninetes
Una mirada ens ho diria tot,
 tal i com ara n’amaga la meitat.
Si tan sols fóssim una mica sincers, ja no enfora,
Sinó mentre naufraguem per dins.
Amb les idees despuntades com cabells electrocutats,
Semblants a les soles d’unes sabates que sense peus donen voltes, soles, en va.
Crema. Tot crema i al final ja no ho notes. O notes qualsevol cosa sense saber de què es tracta.
No hi ha lloc, aquí dins, em diu la consciència, i se’n va sense maleta, perquè no necessita res que pugui emportar-se d’aquí. Aquí ja no queda res.
Tan sols queda aquella foscor xiuxiuejant en la sinceritat, o potser era al revés, i la sinceritat xiuxiueja en la foscor. Tan sols queda això i m’adono que sola la veritat no cura res.
No serveix si no la crides quan algú t’escolta, i tampoc serveix perquè quan t’escolten no crides.

domingo, 4 de mayo de 2014

Los problemas

Dicen que lo que no te mata te hace más fuerte, pero, y si no hay nada que te haga fuerte? Ningún problema, ninguna tragedia por la que llorar, ningún callejón sin salida, ni muertos ni vivos que te despierten de un camino sencillo e apartado de la inmensidad de obstáculos que nuestro querido destino podría haber puesto allí. Si no hay algún hecho por el que alguien te diga “ay, como lo siento, debe de ser horrible” y te mire con esos ojos de comprensión hipócrita después de contarte que a un tío del hermano de su prima le pasó lo mismo y que al final todo fue bien. Si uno no tiene pancarta al aire con sus terribles (como también siempre típicos) dramatismos de lo que es la vida humana; biológicamente natural, especialmente emocional. Y las ondean al viento como portada cuyo libro no tiene nada que ver. Al más puro estilo novela comercial de medio kilo y poca salsa. Porque dicen que lo que no te mata te hace más fuerte, y qué? si yo he vivido una vida feliz y apaciblemente fácil, mis valores están vacíos del propio valor que los nombra entonces? Mis ideales pecan de poca idea? Mis pesadillas tienen demasiado color? Y al final lo que hago es hundirme en mi rutina fácil i pensar eso, que quiero problemas, a veces hasta buscar eso que te hace fuerte, aunque a veces llega más a matarte. 

Dadme

Entre obviedades y retratos hipócritas,
Dadme autenticidad.
Entre el horizonte continuo del giro de una carretera,
Entre las montañas elevadas,
Dadme libertad.
Entre las personas que quiero y las que adoro
A un paso del odio
Dadme sinceridad.
Entre los lugares perdidos de la avenida principal
Entre los regalos de navidad i los bombones de san Valentín
Dadme juicio.
Entre las variables de un amor poco constante,
Entre las noches que te veo y no solo te miro,
Dadme pasión.
Entre los trajes empresariados caminando tal soldados,
Entre los libros de texto y las ventanas,
Dadme originalidad.
Entre las costillas y el ombligo estirado,
Entre los anuncios de dientes blancos,
Dadme realidad.
Entre el humo carbonizo de las calles,
Entre las adictivas pantallas relucientes,
Dadme naturaleza.
Entre tus ojos teñidos de duda, entre tú y yo
Entre nuestra historia de personas, no marionetas,
Dame la verdad.

El destí

No crec en el destí o la superstició, mai hi he cregut tot i el notable interès cultural que em desperten les dones que et llegeixen el futur o les malediccions que els Déus t’envien quan et cauen dos grans de sal. No hi crec, en el destí, però si en la probabilitat. Ningú ens ha escrit un camí però si que hi ha coses molt impossibles, per a cadascú diferents. No som dins una gàbia però si en una illa. És clar que sempre tenim la llibertat de nadar un tros, però no ens sentirem còmodes, sinó que haurem de fer esforços immesurables (que aniran en augment), al estar fora del nostre abast. I no em serveix l’expressió “com un peix dins de l’aigua”, perquè no som peixos i l’aigua ens ofega.