Mira hacia el lago y el sol se refleja en pequeños destellos en movimiento.
Entrecierra los ojos y se fija en el ir y venir del agua, oscura. Baja la vista hacia sus pies que,desnudos sobre la roca, están planeando un nuevo
movimiento. Los dedos quedan hacia fuera y el equilibrio se mantiene en sus
talones. Toma impulso, entonces, y se deja caer.
El aire la frena, en un último
intento de salvarla. Su pelo se enreda en sus ojos y ella solo respira y siente
su estómago quedarse allí arriba mientras todo el resto va abajo. Entonces,
como en una gran colisión su cuerpo toca el agua. La tormenta antes de la
calma. Esa calma que llega después, cuando ya sumergida abre los ojos y lo ve todo azul.
Le empiezan a escocer y el agua se le mete en la nariz, pero le da igual. Nota
como se le eriza la piel al resbalar el agua fría por todo su cuerpo.
Abre los brazos y empieza a nadar, hacia abajo, hacia la derecha, hacia donde
sea. Saca el aire poco a poco, como si fuera el último dióxido de carbono
que sus pulmones están dispuestos a expulsar. Y cuando ya no le queda nada,
empieza a subir, hasta que la línea de la superficie se rompe y su rostro
vuelve a salir del agua. Entonces, sorprendida por un grito, se gira hacia la
roca donde dejó toda su ropa, y sonríe al ver que tiene compañía.
- ¿Qué haces aquí?
Si ya hace frío, el verano se acaba mañana!- le dice él, riendo por las locuras
que se le ocurren y porqué a lo lejos se divisan sus curvas, vacías de
envoltorio bajo el agua.
- Hoy vi el lago y
me di cuenta que no me dí un último baño. No tuve mi último baño del verano. Y
como la vez anterior ni me di cuenta que no quedaba verano y no pude
disfrutarlo, he decidido que nunca es demasiado tarde.
- Estás loca, lo
sabes ¿verdad?
- Puede, y también
estoy segura que tú tampoco te diste cuenta de tu último baño. Así que venga,
salta al agua conmigo que lo estás deseando!
Entonces él se
quita la ropa y la tira por ahí. Y con una mirada divertida se lanza al agua
con ella. Y la besa hasta que el agua les cubre del todo. Y ahora es como si ya no fuera septiembre, ahora ya no hace frío. Aunque ese sea el último baño.
Aunque puede que ese sea el último verano que esté a su lado. Aunque el sol se
aleje y venga la nieve. Todo eso que les rodea se va, mientras los dos nadan
hacia donde sea.