martes, 2 de julio de 2013

Calles infravaloradas

Me asombran las calles. Sí, algo tan simple como un camino asfaltado rodeado de balcones y portales, con pequeñas farolas de luces nocturnas.
¿Nunca te has parado a pensar lo mucho que puede significar una calle?
Una calle puede ser ese lugar donde recibiste tu primer beso, o donde alguien te dejó al descubierto todos sus sentimientos, una calle puede ser el principio de algo. Una calle puede ser donde vas a buscar ayuda a gritos cuando necesitas a tu amigo. Una calle es donde hacías pasear tus muñecas vestidas con trapos mal cosidos como si fueran mujeres elegantes, y te lo parecían. Una calle es donde la pelota de tu vecino se coló mil veces en el balcón de la vecina gruñona. Una calle es donde vas a esconderte de tus enemigos, en busca de un rincón donde no te vean. Una calle es donde te quedaste dormido un sábado noche que fué demasiado loco. Una calle es donde pasaste corriendo con prisas y no te dio tiempo a mirar el cielo. Una calle es donde perdiste las ilusiones que alguien te había regalado, es donde te robaron las sonrisas y las sustituyeron con desamores. Una calle, dónde se te cayeron las monedas que llevabas en el bolsillo y después no encontraste.
Y es sólo eso, una calle.

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