Ella siempre pensó que estaba loca, des del día en el que se dio
cuenta que el suelo era frío, bajo, demasiado seguro para ella, y
decidió empezar a caminar de pié. A ella nunca la gustaron las muñecas,
en la escuela se sentaba sola a mirar a los otros niños reír y vivir,
ella se sentía viva, pero de un modo distinto.
Yo creo que siempre
vio la casa des de la carretera, ¿que por qué no entró? Nunca lo he
descubierto, puede que porqué tuviera miedo a tener que decidir entre la
puerta principal y la puerta trasera, una elección demasiado difícil.
Así que se quedó allí, para siempre, observando gente entrando y
saliendo de las casas de los vecinos, viendo amos de llaves cerrar sus
puertas para siempre, y decididas jóvenes abriendo hasta la última
ventana, hasta la última oportunidad.
Ahora que lo pienso, puede que
no entrara en ninguna casa porqué su lugar era ese, la calle, donde no
hay puertas ni ventanas, es tan fácil entrar que a veces nadie se queda
para más de un rato.
¿Por dónde iba? Ah, sí, siempre lo pensó, que
estaba loca, de remate. Majareta. Con la cabeza en las nubes y los pies
en el sol. Chalada. Ida.
Aunque no lo consideraba malo, siempre dijo
que sin locura no se puede entender nada, sin locura no hay personas. Un
día me explicó que hay gente demasiado precavida, que ellos no escuchan
la vida, solo la oyen pasar, en un rumor lejano.
Así que ella quiso
vivir con el volumen a tope. En sus tímpanos resonaban todas las locuras
que hizo. Y uno no puede imaginar el numeroso montón de magulladuras
que quedaron en su alma. Su cuerpo era fuerte, lleno de vitalidad, ¿sus
opiniones? nadie las derribaba… pero su alma, Dios… su alma era frágil
como una pequeña mariposa, por eso un día no pudo aguantar más, y se
marchó.
Te preguntaras cómo una persona puede seguir en vida sin su
alma. Pues bien, yo también me lo pregunto, y puedo asegurarte que no
vas a encontrar una respuesta.
A partir de ese día sus tormentas
aumentaban, podías verla gritar en silencio cuando, entre forzadas
sonrisas, te decía "todo va bien, estoy bien, no te preocupes más y vete
ya a vivir tu vida, que para algo es tuya y no mía". Se encerró en esa
casa que nunca tuvo, y se fue quemando poco a poco toda su vitalidad.
Ella
siempre pensó que estaba loca, desdes del día en el que se dio cuenta
que el suelo era frío, bajo, demasiado seguro para ella, y decidió
empezar a caminar de pié; hasta el día que su corazón se paró, triste
porqué su alma no volvía.
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