El aire entra, máxima velocidad por mi tráquea. Esta frío y siento frío
interior. Mis pulmones se llenan, puede que solo aire, puede que de humo, puede
que de olor a asfalto de ciudad. Y mis costillas se abren, a la vez, como
bailarinas de natación sincronizada sacando las piernas del agua. Y mi corazón
tiene espacio por una fracción de segundo. Y me quedo así, quieta, mirando
allí, a la nada de siempre. Hasta que el aire se me escapa, por la boca, y deja
un rastro de vapor en el aire. Y se deshinchan los pulmones como si algo los
hubiera arañado. Y me comprimo en mi misma. Y me giro y te miro. Y me haces esa
pregunta que siempre haces, mientras me quitas el pelo de delante los ojos.
- ¿Por qué suspiras
hoy?
- Por ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario