martes, 13 de agosto de 2013

Ver y no mirar


Una cortina se mueve por el viento, en la casa de enfrente. Y la vecina corta el césped mientras su hija se escapa por la puerta de atrás, con un chico de esos que a las madres no les gustan. El perro de dos casas más allá no para de moverse y ladrar que tiene ganas de salir. Nadie le escucha. Y una chica va a correr y a sudar el helado que se comió antes en el jardín. Cuando pasa por delante de la casa del chico que limpia el coche comparten esa mirada de cada día, y me pregunto porqué no se han dicho nada todavía. Me pregunto si aquí se quedará todo, en una mirada. Entonces pasa el jovencito del monopatín y choca con ella, y se levantan, le pide perdón con los ojos en el suelo y al levantarlos la chica sonríe. Y el que antes lavaba el coche se lo mira, celoso de no haber chocado él antes. Pasa un taxi y deja a una mujer delante de su casa, vestida con el mismo vestido que llevaba ayer y con los tacones en la mano y el pelo revuelto. Y hay una chica en la ventana, que lo observa todo y después lo escribe, escribe lo que nadie sabe si en vez de mirar solo ve.

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