Una mano consigue
quitar de en medio las hojas que le tapan el paisaje. Y ahora lo puedes ver
todo en conjunto en vez de a trozos. Nada volverá ya a girar, pero así no te
vas a marear más. No hay que empezar de cero, tú eres tu historia. No hace
falta volverla a empezar. Puede seguir aquí, así, siendo tú, con tu pasado, tus
errores y tus recuerdos. Eres eso. Y cada vez que sientes ese daño, cada vez
que te rompes, solo estas aprendiendo un poco más a ser tu mismo. No hay
páginas para pasar. Nadie es tanto como para ser una página. Como para hacerte
cambiar. Solo somos trayectorias que se cruzan. Solo somos luces que a veces se
confunden.
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