sábado, 27 de diciembre de 2014

Psicodelia


- La psicodelia se describe por el simple hecho de ver el jardín de tus vecinos. De verdad, no me mires así. Es el instante en el que consigues expandir tu mente con un radio tan sumamente extenso que tus prejuicios e axiomas establecidos salen disparados, lejos, y tu mente levita. No levita mucho, unos centimetros, unos metros, a veces, pero suficiente para poder asomarte por encima de los setos y rejas de tu escualido y tedioso jardín. Y verlo TODO.
La superficie del cosmos mental no es un terreno abrupto y escarpado como algunos asegurarían. Es llano y extenso con los límites del cuatro dividido por zero. Por eso sólo necesitamos unos centímetros.
Todos aquellos que consiguen verlo alguna vez tienen una característica y peculiar manera de tolerar la maldad del mundo. Y son capaces de absorber toda la belleza sin acabar en una demencia grave, que es importante aunque no lo parezca. Es necesario tener en cuenta, en este tema, que con una vez es suficiente si se dispone de una memoria fidedigna a los hechos. Y que hay gente que no va a volver nunca, se pasean por los jardines de los vecinos y lo describen en forma de explosiones de arte o susurros poéticos.
Estos viajes, al contrario de las opiniones de aquellos con prejuicios, no sólo se consiguen al consumir de forma ilegal substancias estupefaentes. Hay personas con ligereza crónica en estos casos, se levantan sin querer al escuchar cierta música o observar una obra de arte. Hay quienes hasta levitan en cerrar los ojos - sí, son aquellos a los que a veces llamamos dementes, locos, y encerramos en una sala de paredes blancas; sin darnos cuenta, que ellos siguen viendo los jardines.
Todos hemos levitado muchas veces, tú tambien, aunque no lo creas. Cada noche, al soñar, ya no se trata de una disimulada levitación, sino de un vuelo en toda su grandeza. Pero entonces te despiertas y tus recuerdos se confunden con la luz que traspasa la persiana y la almohada pegada a tu cara, insensible e hinchada. Y todo lo que te podía salvar se va al traste.

Poema primer



I què et podré dir jo,
dels pastissos, si no en puc menjar,
de la dolçor d'un petó innocent,
si sempre té tothom connotacions sexuals.


I què puc pensar de tot això
si exhausta remiro els fulls d'un abans,
i tan sols hi ha miralls trencats
i diamants falsificats.


Tot m'és una imitació,
jo mateixa imito allò que era,
i allò que he vist,
fins al punt de no saber,
si sóc jo,
o jo no és,
ja pel simple fet del temps,
i el canvi.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Reality will make us free

Some people claim that all that people say or do is just an imitation of what they’ve heard or what they’ve witnessed others doing. As if it was a mimic’s game and the rest had to guess which your character is. It could be true, we base everything on the experiences we had.

But then, everything we see around us is also an imitation of what we have seen before. I mean, if that was true, inside our head we would see reality distorted. Anything wouldn’t be as it seemed because we’d compare it to all the images that had been passing through our mind for many years.


sábado, 13 de septiembre de 2014

It might be

They whisper in the dark
as if the shadows they came from
had never been there.
As if the light their eyes are throwing to me
was the pure light of the unconditional love of God,
or the world, or whatever you believe in,
I sincerely think we all should believe in the reality of the doubt,
first of all.
Then you can go and pray to a man in the clouds
or a priest in the crowd,
Can't you hear the voices of the brainless?
They scream with their mouth shut,
they eat with no teeth,
they make love without legs, without air, without heart.
They walk around like the remaining of an ancient art:
the ignorance itself expressed right through the humdrum thoughts
and the light machines sending detrimental waves to the souls of the people
who hasn't been tainted yet.
We feel the wind taking away
what might save us in the near future
and still we think everything will be fixed by itself.
 It might be.

Aparte de todo

Puede que te eche de menos
Aparte de los gemidos
de otros
Aparte de las llamadas
a la una de la mañana
Aparte de los días que me da todo rabia
y la cambio por indiferencia
Aparte de los recuerdos de canciones de olores
de momentos espectacularmente normales
Aparte de la rutina que odiaba mientras
soñaba en echarte de menos sin querer
Aparte de la juventud que me da la libertad
y la libertad que me da mi juventud, sin ti
Aparte de las veces que revisé todos los pasos, y miré atrás
Aparte del humo deshecho en que nos íbamos
cuando todo iba mal
Aparte de echarte de menos,
puede que todavía te quiera de más.

Literalmente

Dice Bukowski que nunca escribas si nunca te queman las palabras por dentro. A mi modo yo lo llamo vomitar tus letras. Hay aquellos que pretenden haber comido ya pero en realidad tienen el estómago vacío. Hay quienes sólo vomitan después de dos tragos largos de whisky. Hay quienes sólo articulan sus ideas en el papel después de una experiencia parecida a subirse a una montaña rusa. Yo no tengo mi momento,
En realidad, como todos,
Vomito cuando me sale,

Literalmente.

SEVEN

Seven lives saved by a cat,
Seven oceans to get through
Seven days to taste again the lips of the free people
The people who burn between the icebergs that killed titanic
The people who are mad, mad like the whole world but not in the same direction
Their madness goes up and flows down like a couple of lovers making that thing lovers make, and sweating, and shouting the truth of the ones who are mute and unloved
Seven fingers that walk up and down my chest and my back and make me feel the universe in my skin, an explosion of pleasures
Seven years to learn about loving and being loved, forgiving and understanding

And yet we are here, wondering the same with no fucking idea of what to do next.

jueves, 21 de agosto de 2014

Casi

De vegades penso que casi ja hi he arribat.
Casi.

De vegades penso que ja no em cal caminar més que  he arribat al màxim.
Que les meves opinions ja són permanents. Que les idees es quedaran clavades al fons dels molts intents, en va, de recuperar una decisió correcta.
De vegades penso que ja ho he saltat, superat, cantat, processat. De vegades penso que casi ho he fet.
Casi.

De vegades m’encallo en la vida com un tros de pa a la gola. No em deixa respirar. Ni escriure res que s’assembli a alguna cosa escrita anteriorment. De vegades penso que ja se me n’ha anat l’olla. O que estic apunt. Que casi ja se n’ha anat corrents.
Casi.

De vegades escolto música i m’adono que l’estic llegint. Tanco els ulls per evitar qualsevol altra confusió i el sabor dolç i enganxós de la balada m’ennuega. L’escupo i la ploro i la crido en silenci, mentre camino cap a casa i els veïns em miren amb cara d’espantats. Em trec els cascos i llavors escolto, escolto i no hi queda res. Ja casi ni hi quedo jo.
Casi.

De vegades llegint me’n vaig i crec que mai he tornat sencera. Sempre hi deixo un tros allà, per si de cas. Casi sempre.
Casi.

De vegades, vegades com ara, començo a escriure un poema i m’adono que això mai tindrà forma de poema, ni ningú que el pugui reclamar com a tal. És trist, no és un poema. Però almenys s’hi assembla. Gairebé és un poema. Casi és un poema.

Casi.

domingo, 27 de julio de 2014

No te pregunto

Te puse las promesas en la boca para que me las vomitaras amablemente y aun así te culpo ahora por tu indecisión verbal. Y digo verbal porque la sexual quedó clara, y queda marcada en el ritmo de una canción lenta que dura meses, manteniendo el fuego en el solo interpretado por un guitarrista solitario y amargado. Te imagino como un viejo con quince gatos y un sueño roto. Te imagino como un virgen deseando probar el sexo pero con miedo a llegar demasiado pronto. Te imagino como un cúmulo de galaxias empaquetadas en una mente simple y mediocre, ligada por miles de suposiciones confusas. Te imagino y nunca llego a comprobar si es cierto. Confírmame tus verdades y yo te hablaré de volar. 

miércoles, 2 de julio de 2014

Relatividad espacial

Una mente científica que no me deja pensar “Eh, ¿Y si solo es así porqué lo siento?”. 
Podría ser así porque hay un por qué detrás, detrás del que siento así como si no hubiera razón. Esa obsesión analítica de que por un seguido de acciones  se deviene un efecto dominó que me hace caer a mí misma en este espiral de estallidos desafinados. Según las leyes de la física clásica debe de haber un efector. Un estímulo, una mirada, una razón, un dilema, una duda, un cualquier que se estampa contra la primera ficha y empieza el juego. Y que no me venga a mí diciendo la física cuántica que todo es relativo porque hoy, aquí, en mí y por mí, tiene que haber algo sobre seguro, 
aún que sea la locura de pensar que es así en un detrás sólo porque lo siento. 

domingo, 25 de mayo de 2014

Dios ha muerto

Alguien dijo una vez que tristes son los días
Si pasan sin más por las vías de la vida,
Alguien dijo una vez que Dios ha muerto
Y que los asesinos ensangrentados de su propia sangre
Somos los hombres
que pecando y rezando nos olvidamos de creer,
Aunque hace falta añadir, que eso fue en defensa propia.
Matamos a Dios y aun así nos quedan todavía unas pizcas de esperanza
Embotellada con el icono de comercio justo
De producción ecológicamente espontanea.
Que pícaro el diablo, de tan viejo ya no sabe cómo comer, pecar, dormir, follar, fumar ni pensar. Puede que por eso lo hagamos nosotros ahora. Tomamos el relevo.

Porque si el alumno supera al maestro, los hombres ya hemos vuelto de esto un infierno terrenal, las temperaturas elevadas de una noche de San Juan eterna, donde las casas se quitan y se queman, el dinero se esconde bajo los colchones donde por siglos irá perdiendo valor. Los besos ya no se lanzan, ahora se mastican. Y los gritos de los árboles agonizando, que se ahogan con tanto dióxido de carbono, se camuflan entre los orgasmos de aquellos que pierden su juicio por un polvo. Claro que siempre quedan críticos como yo, que en un acto heroico y estúpido hacen un poema sin rima para ver si alguien mueve un dedo por este desastre.

lunes, 12 de mayo de 2014

La maleta

Confusió regalimant com suor freda,
Si tan sols fóssim foscor,
equivalent a la de les ninetes
Una mirada ens ho diria tot,
 tal i com ara n’amaga la meitat.
Si tan sols fóssim una mica sincers, ja no enfora,
Sinó mentre naufraguem per dins.
Amb les idees despuntades com cabells electrocutats,
Semblants a les soles d’unes sabates que sense peus donen voltes, soles, en va.
Crema. Tot crema i al final ja no ho notes. O notes qualsevol cosa sense saber de què es tracta.
No hi ha lloc, aquí dins, em diu la consciència, i se’n va sense maleta, perquè no necessita res que pugui emportar-se d’aquí. Aquí ja no queda res.
Tan sols queda aquella foscor xiuxiuejant en la sinceritat, o potser era al revés, i la sinceritat xiuxiueja en la foscor. Tan sols queda això i m’adono que sola la veritat no cura res.
No serveix si no la crides quan algú t’escolta, i tampoc serveix perquè quan t’escolten no crides.

domingo, 4 de mayo de 2014

Los problemas

Dicen que lo que no te mata te hace más fuerte, pero, y si no hay nada que te haga fuerte? Ningún problema, ninguna tragedia por la que llorar, ningún callejón sin salida, ni muertos ni vivos que te despierten de un camino sencillo e apartado de la inmensidad de obstáculos que nuestro querido destino podría haber puesto allí. Si no hay algún hecho por el que alguien te diga “ay, como lo siento, debe de ser horrible” y te mire con esos ojos de comprensión hipócrita después de contarte que a un tío del hermano de su prima le pasó lo mismo y que al final todo fue bien. Si uno no tiene pancarta al aire con sus terribles (como también siempre típicos) dramatismos de lo que es la vida humana; biológicamente natural, especialmente emocional. Y las ondean al viento como portada cuyo libro no tiene nada que ver. Al más puro estilo novela comercial de medio kilo y poca salsa. Porque dicen que lo que no te mata te hace más fuerte, y qué? si yo he vivido una vida feliz y apaciblemente fácil, mis valores están vacíos del propio valor que los nombra entonces? Mis ideales pecan de poca idea? Mis pesadillas tienen demasiado color? Y al final lo que hago es hundirme en mi rutina fácil i pensar eso, que quiero problemas, a veces hasta buscar eso que te hace fuerte, aunque a veces llega más a matarte. 

Dadme

Entre obviedades y retratos hipócritas,
Dadme autenticidad.
Entre el horizonte continuo del giro de una carretera,
Entre las montañas elevadas,
Dadme libertad.
Entre las personas que quiero y las que adoro
A un paso del odio
Dadme sinceridad.
Entre los lugares perdidos de la avenida principal
Entre los regalos de navidad i los bombones de san Valentín
Dadme juicio.
Entre las variables de un amor poco constante,
Entre las noches que te veo y no solo te miro,
Dadme pasión.
Entre los trajes empresariados caminando tal soldados,
Entre los libros de texto y las ventanas,
Dadme originalidad.
Entre las costillas y el ombligo estirado,
Entre los anuncios de dientes blancos,
Dadme realidad.
Entre el humo carbonizo de las calles,
Entre las adictivas pantallas relucientes,
Dadme naturaleza.
Entre tus ojos teñidos de duda, entre tú y yo
Entre nuestra historia de personas, no marionetas,
Dame la verdad.

El destí

No crec en el destí o la superstició, mai hi he cregut tot i el notable interès cultural que em desperten les dones que et llegeixen el futur o les malediccions que els Déus t’envien quan et cauen dos grans de sal. No hi crec, en el destí, però si en la probabilitat. Ningú ens ha escrit un camí però si que hi ha coses molt impossibles, per a cadascú diferents. No som dins una gàbia però si en una illa. És clar que sempre tenim la llibertat de nadar un tros, però no ens sentirem còmodes, sinó que haurem de fer esforços immesurables (que aniran en augment), al estar fora del nostre abast. I no em serveix l’expressió “com un peix dins de l’aigua”, perquè no som peixos i l’aigua ens ofega. 

sábado, 12 de abril de 2014

Estimada vida

Estimada vida,
Voldria jo recordar-te
Que no tenim massa temps.
Que vull que tornis a córrer,
Però que facis lent el rellotge passar.
Voldria valorar-te tant
Com fan aquells que no et tenen
I que un dia et van perdre pel camí.
I voldria disculpar-me per quan et menyspreo
Aquells dies que t’allevo de monòtona mentre
No aixeco el cul del sofà.
Voldria dir-te tantes coses vida,
Si fossis corpòria,
Que després m’adono que justament per això
Ets una cosa abstracta,

 i mai deixes rastre en tot allò material.

La entropía de los recuerdos

Realmente me has jodido mis días de lluvia
Que antes disfrutaba, perdiéndome
Con las letras y sus consecuentes palabras
Hacía cosas bellas cuándo te pensaba,
La naturaleza de una tempestad
Se volvía rocío y me dejaba empapada de una calidez extraordinaria
Entonces, volando entre esa matriz de puestas de sol, y canciones
Y recuerdos amargos, y evasión.
Ahí estaba realmente cómoda.
Y ahora simplemente lo has jodido.
Lo que antes buscaba con un ímpetu diario
Ahora me lo encuentro por el camino cuando sin querer resbalo con tu nombre.
Y ahora no me salen las letras, ahora todo lo bello te lo quedas tú,
La mañana rociada de esas amables manos, saludando, a lo lejos, en tu horizonte. Ya no está.
El fuego, las brasas, las tardes relajadas entre mis cajones pasados.
Todo eso se ha vuelto oscuro, y vacío,
La entropía de los recuerdos no me deja pensar nítido.

Y aun así pretendo ser feliz, y tú lo eres sin querer.

Chamuscado

Hay gente que es así. Llegan y toda la sala suelta un "oooh" bajito. Se les caen todas las copas al suelo, haciendo un sonido parecido al de una cascada de cascabeles rotos. Y el suelo refleja en pequeños cristales la luz que ese nuevo invitado resplandece. Esas personas son peligrosas, para empezar el simple hecho que para poder brillar así, algo tiene que quemarse mucho. Lo segundo, que como siempre todo ha girado en torno a ellos, la egocentricidad e egoísmo de los mismos quedan disimulados, pero translúcidos, entre sus más queridos amantes, familiares e hasta buenas amistades. 

Hoja revuelta

Le he estado dando vueltas
A las dos caras de una hoja, blanca,
Virgen,
Una incitación a empezar el más estúpido, simple poema
De rima fácil, y de besos, noches, amores,
De ojos, mares, océanos, ahogados,
De personas que se quieren y, en vano, nunca dicen quererse,
De personas tristes, melancólicas, mirando por una ventana,
De cielos despejados, esperanzadores rebaños de nubes con forma de algodón,
E hasta alguno habrá de viejecitas y porches sentados frente al mar.
Pero esta hoja me mira, como diciéndome que vale para más,
Y me deja aquí, volteándola, revolviéndola,
Arrugándola, haciéndola girar sobre mi dedo índice- para encontrar su punto de gravedad-
Escupiéndola y abandonándola, varias veces, para volver al rato
-cuando me doy cuenta que no tengo nada mejor que hacer-
Y después de tan maltrecha ya no sirve,
Con sus tristes pliegues y su antes blanco inmaculado ahora un beis color nieve sucia.
Pero me sigue desafiando con esos ojos, metafóricos- está claro-
Y al final me da tanta pena, pero tanta,
Que decido dibujarle un sol, y una casa,
Al más puro estilo parvulario, y le escribo,
Le escribo que nadie nunca quiso tanto a un papel como a una persona,

Cuando este le escuchó más que cualquier amante, hermana, madre, padre o capellán.

martes, 11 de febrero de 2014

Yo en mi versión más pesimista

Con pala y pico en mano siempre dispuestos a enterrar melodías, tabúes, vergüenzas y mentiras bajo tierra.
Nos empeñamos en empujarlo todo hasta el fondo del armario para que así no se vea, o al menos solo salga
 una manga,
 un susurro ahogado,
 un agujero medio tapado. 
Y seguimos viviendo como si nada hubiera pasado.
Como si fuéramos perfectas representaciones de una vida mediocre y personajes planos de un cuento sin moraleja.
Como si en nuestro vocabulario no hubiera “error” ni nubes ni mala suerte ni gatos negros. Todos somos felices, sí, hasta que tropezamos con la manga y se pone a llover, y la tierra húmeda revuelve esos cadáveres del pasado. 
Y todo se nos viene encima y todos los gatos son oscuros.
El volumen sube y todo tiembla delante de un armario, ahora con extremidades inferiores, que nos persigue por un pasillo interminable y nunca, nunca vemos la luz. 

(Entonces es donde los escritores optimistas y libros de autoayuda te dirían que siempre somos capaces de vencer esos miedos, volvernos mejores personas y ser sinceros con uno mismo. )

Yo, en mi versión más realista y por tanto pesimista, digo que hay algunas personas que aunque entierren poco, les llueve mucho.

domingo, 19 de enero de 2014

Trazos de distancia

Me iría caminando hacia el otro lado,
A ver si así, dando toda la vuelta
Pasase la semana, y cuando llegara al fin
Entre tus brazos,
Ya me llevaras a casa.
Que se me hace complicado,
Esto de no verte cuando más te he visto
Y menos te he alcanzado.
Después viene cuando me cuestiono
Dos interrogantes con un vacío en medio
E, impaciente, estúpida, espero una respuesta. En vano

lunes, 13 de enero de 2014

Aplausos



La sala de techo alto hacía de una especie de agujero de guitarra, los aplausos rebotaban en las paredes de piedra y cada susurro se volvía un grito. Ella, allí, en medio de toda esa gente, se preguntaba de dónde venía la tradición de marcar un ritmo con el sonido hueco de juntar las manos en un golpe sordo. Se imaginó a alguien, un individuo virgen de convencionalismos, de cultura, de tradiciones, asistiendo a un acto así y alucinando con ese gesto. En realidad, pensó, esa persona alucinaría en muchas ocasiones: por ejemplo al chocar las copas de champán o darse dos besos (que en la mayoría de los casos se quedan en el aire y no en la mejilla) al presentarse, entre otras.

Solía hacer eso, quedarse al margen y mirar des de lejos. Se quedaba con cosas que pocos captaban. Para ella, se aprendía más así que haciendo los deberes de historia o matemáticas. Ella no quería hacer, sólo quería ver, des de lejos, en un lugar donde las consecuencias no llegaran.

Dientes de oro

La primera luz de la mañana se filtraba por la persiana. Un rayo escurridizo y brillante cruzaba toda la habitación hasta llegar justo en medio de su ojo y le molestó tanto que se llevó la almohada a la cara y soltó unas cuantas maldiciones. Todo eso todavía en sueños. Su sueño siempre había sido muy pesado, su madre siempre decía que de haber sido su dormir algo material hubiera perforado el suelo. Pero ese día, un sábado cualquiera, eran las ocho y el sol ya había hecho de las suyas para sacarla de un empujón de sus dulces sueños. Aunque en dos hechos me estoy equivocando, no era un sábado cualquiera ni eran dulces sus sueños. El martes la echaron del trabajo, le dieron una indemnización minúscula y dos palmaditas en la espalda y ya estaba en la calle. Nunca le gustó su jefe, eso era lo único bueno, ya no tendría que verle más. Pero tampoco vería su sueldo de cada mes. El jueves se discutió con su prometido, quien al viernes dejó de serlo. No fue una discusión con platos volando a través del comedor y estrellándose en la pared amarillenta, pero fue la gota que colmó el vaso, que, según él, ya hacía tiempo que estaba vacío y roto como los platos que no se lanzaron por la cabeza. Ella, a su vez, pensaba que todo se puede salvar con una varita mágica y que con gestos de amabilidad y cariño durante cinco días las tensiones y paranoias de infidelidades se irían. Parece una típica historia de decadencia que proseguirá con una nueva y feliz vida, el principio (o nudo) de una película titulada “la vida de Eva” o “Aquí estoy yo” o “No hay mal que por bien no venga”. - Bueno, la última tendría un título un poco demasiado largo. - Pues no, esto no es una película ni una novela de romanticismo francés. Eso era la triste vida real. Y ella era una de las muchas chicas luchando por salvarse de una España en crisis, decadente, gris, e hipócrita. Una España que pretendía fingir dientes de oro con una dentadura llena de caries.